Un largo día en el colegio [Priv. Ran]

La pregunta sería ¿Qué demonios estaba haciendo en un colegio? Aunque fuese extraño, la respuesta era fácil. Ningún lugar en la ciudad era verdaderamente “Honesto” cada sitio tenía sus secretos, secretos que nadie debería saber, bien guardados para muchos, escondido para evitar que la gente hablara, aunque si se lo preguntaban…nada en esa ciudad estaba verdaderamente escondido, los mafiosos merodeaban por la ciudad sin problemas, los mercenarios se encargaban de la gente sin importarles ser demasiado discretos y los prostíbulos…bueno tampoco es que fueran los lugares más escondidos del mundo. Así que aparentar ser algo que no eran personalmente sonaba ilógico, pero bueno cada quien con sus reglas.

Ese día debía encargarse de algunas cuentas pendientes, uno de los profesores había ido a su territorio, había consumido mercancía de su propiedad, se le había dado una prorrogaba para pagar y ahora se negaba a pagar, y le estaba amenazando con denunciarlo. Nada odiaba más que la gente desleal, y al no estar acostumbrado a contratar mercenarios, sencillamente el mismo se ocuparía del problema, pagar con efectivo o pagar con sangre, cada quien tenía su libre elección.
Se adentró al colegio esperando poder localizar al dichoso profesor, pero odiaba esos lugares, no era fácil andar, aunque tampoco difícil, quizás solo estaba haciendo tiempo, familiarizarse con el lugar para no terminar destruyendo cosas solo por diversión, bueno así era el, aquel colegio era parte de su territorio y no por un ser desagradable terminaría destruyendo algo que “le pertenecía”, así que quizás solo estaba aprovechando para conocerle.

Cuando llego a los jardines, algo blanco paso entre sus piernas, cosa que le hizo brincar por la sorpresa, notando como se metía entre los arbustos ¿Ir o no ir? Bueno, a veces no podía evitar ser curioso, a veces sencillamente se dejaba llevar por la situación, apago el cigarrillo que yacía entre sus labios y lo quemo por completo para no tirar la basura en el jardín y siguió a esa bola de pelos que reptaba por el lugar, quizás escapando de él, no lo sabía. Solo que cuando estuvo lo suficientemente cerca de un rápido movimiento metió la mano entre unos arbustos y cuando la levanto llevaba consigo aquella bola de pelos, se trataba de un pequeño animal que al parecer no reconocía -¿Tu que eres?- lo acerco para olfatearlo, curioso de saber que era viendo a su alrededor por si habían más, mientras el bicho se removía para soltarse.

Curioso miraba al animal, pero en ese momento escucho que alguien se acercaba, al principio las pisadas habían sido muy suaves, para luego ser un tanto más firmes, por lo que se giró encontrándose con un chico de cabellos verdes, posiblemente uno de los alumnos de aquel colegio, lo cierto es que no debería ser tan buena idea que le viera, después de todo no era nadie que perteneciera al colegio, pero bueno si preguntaba solo era cosa de dar la respuesta que el director le había dicho que diera, sin embargo él no era de dar explicaciones. Y menos tuvo que hacerlo cuando ese chico dijo de inmediato que el roedor era suyo, arqueo una ceja momentáneamente para luego estirar la mano y poder entregárselo, pero tras la reacción de la cosa peluda entre su mano le hizo detenerse y retroceder completamente, dejándolo cerca de su cuerpo a lo que vio que este se calmaba ligeramente, por alguna razón percibía miedo en su forma de actuar.
Miro a aquel chico –Pues no parece muy interesado en volver contigo…si es que en verdad es tuyo, parece incluso que te teme…- incluso volvió a acercarlo al de cabellos verdes y este volvió a removerse inquieto y con ganas de alejarse completamente, de verdad no parecía tolerar mucho la cercanía de aquel chico –Hasta parece que le hiciste algo malo- frunció el ceño, no podía encontrarse a alguien que se divertía molestando a los animales indefensos…algunos como híbridos y shiffter podían defenderse porque tenían una forma humana, pero algunos que no tenían esa capacidad sí que solían ser molestados por algunas personas, solo por considerarlos seres inferiores, por lo que ahora no podía confiar sinceramente en sus palabras.

-Demuéstrame que es tuyo y te lo devolveré, sino entonces me lo llevare- y de hecho coloco al roedor entre su brazo y su pecho, de modo que ya no lo tomaba como si estuviera sucio o algo por el estilo, sino que lo dejaba en su brazo para que descansara como si con eso le indicara que estaba bien y que no le iba a suceder nada. Aunque claro que eso jamás iba a poder asegurarlo, después de todo de alguien debía ser ¿No? y él no podía asegurar si el dueño era de verdad el o era otro, si era bueno o malo.
Aunque realmente si lo pensaba bien se estaba metiendo en algo que no le importaba y muy probablemente sobresaliendo cuando se supone que debería de pasar muy desapercibido por el colegio. No deberían verle y le habían visto y ahora estaba en pro de los derechos de un Huron…bueno nadie dijo que el mundo era lógico.

Arqueo una ceja tras sus palabras, y de hecho había soltado al animalito, pero este sencillamente había subido a su hombro como si estando ahí fuera mejor para él y estuviera seguro, aunque bien Mikoto notaba como le estaba mirando de reojo, tampoco confiaba en él, así que no confiaba en los dos, pero de algún modo sentía seguridad con él, vaya animalillo tan complejo.
-En realidad yo no estoy haciendo nada por retenerlo, es el quien ha decidido- de hecho se cruzó de brazos estando serio, evadiendo en un momento la pregunta de qué estaba haciendo ahí, aunque tampoco es que lo estuviera ocultando, ni mucho menos tenía porque decirle la verdad –Y no…no soy un profesor, de serlo me conocerías y de ser nuevo no creo que un profesor decidiera sencillamente andar paseando por los jardines cuando debería estar preparando clases o lo que sea que haga un profesor…sin embargo mis motivos por estar aquí son diferentes y tampoco algo que sea de tu incumbencia…- el no solía decir mentiras ni mucho menos inventar historias fantásticas acerca de las cosas que hacía, pero tampoco es que dijera las cosas como debían ser. No mentía pero tampoco decía la verdad…sencillamente guardar silencio algunas veces te evitaba de ciertos problemas.

Sin embargo cuando estaba por decirle algo más lo escucho presentarse e incluso él había notado un cambio en su personalidad, era como si fuese otra persona, aunque solo había dicho su nombre, incluso el hurón en su hombro, se removió emocionado y corrió sin muchos problemas hacía aquel chico de cabellos verdes. Algo que le hizo volver a arquear una ceja, primero lo rechazaba y luego corría hacía el ¿Tenía que preocuparse? La verdad es que no tenía ni idea –Souh Mikoto- decidió presentarse también observándolos –No pareces ser el mismo de antes…bueno es raro ver que el parecía temerte más que a mí y justo ahora se lanza a tus brazos…o es que es un ser un tanto bipolar- eso podría haber soñado como una broma, si es que el pelirrojo hubiese sonreído siquiera un poco, pero no, su rostro se mantuvo serio y casi inexpresivo, sin embargo curioso por lo que acababa de presenciar. Claro que solo era una suposición, quizás una broma o solo un simple comentario con respecto a cambiar de personalidad. De igual forma tampoco era algo que debiera importarle y mucho menos ocuparle tiempo.
-Bueno me has probado que te pertenece- metió las manos dentro de los bolsillos de la chaqueta sacando una cajetilla de cigarrillos para sacar uno y colocárselo entre los labios dispuesto a fumar.

Bueno a final de cuentas el hurón sabía lo que quería y él no podía estar preguntando, después de todo no era de su incumbencia y por experiencia propia sabía que entre más uno supiera de ciertos temas, en más problemas es que se terminaba metiendo, así que bueno por él estaba bien, tampoco es como si fuera el defensor de los animales y buscara investigar al otro para saber si el animalito estaba bien o no.

Suspiro a punto de irse, ya no tenía que hacer en los jardines y debería seguir buscando a cierta persona que era por lo que estaba en el colegio. Claro que no dio un paso pues pronto llamo su atención las palabras ajenas, primero el ver como el hurón buscaba estar dentro de su ropa y mantenerse caliente, lo que le indicaba que en verdad quería al chico de cabellos verdes, por lo que estaba bien de todas formas, encogiéndose de hombros, hasta que el otro menciona algo que casi le hizo echarse a reír, sino fuera porque no era realmente alguien demasiado expresivo, por lo que solo ladeo una sonrisa -¿Un guardia? Creo que es la primera vez que me dicen algo como eso…pero no, no lo soy y tampoco soy parte del cuerpo estudiantil…más bien vengo buscando a uno de ellos, su nombre es Akihito Tsuna ¿Le conoces?- bueno si decía el nombre y no la razón por la que le buscaba podría ser mucho más fácil encontrarlo y no tener que recorrer todo el colegio buscando a alguien que no sabía si ya estaba enterado de su presencia, quien sabía si le hubiera visto mientras estaba en esos momentos debatiéndose por la vida de un hurón, aunque no había sentido nada extraño, es seguro que aún no pasaba nada que debería de molestarle.

-Bueno si puedes ayudarme a encontrarle te lo agradecería…tengo asuntos pendientes con él y este colegio ya es demasiado grande- y de hecho lugares así no le gustaban demasiado, más que nada porque estaba fuera de su territorio y tampoco le causaba gracias, así que espero porque el otro pudiera ayudarle –Y de paso puedes darme un recorrido por las instalaciones…es un buen lugar aunque demasiado grande, y el jardín me llamo mucho la atención- metió las manos dentro de la chaqueta para poder sacar su cajetilla de cigarrillos y colocarse uno entre los labios, aunque no lo encendió de momento, mirando al otro preguntándole con ese gesto si podía fumar o no. si era un no sencillamente andaría con el cigarrillo en la boca, no podía evitarlo ciertos vicios era imposible dejarlos.